Jornadas de difusión de proyectos Académicos, de Investigación y Extensión

LA INTERDISCIPLINA EN LA EDUCACIÓN Y LA INTEGRACIÓN

CEPELLOTTI, Jesica Lorena; ARRIAS PAVON, Martha; FONTANETTO, Laura Iris

Facultad de Ciencias Económicas

CEPELLOTTI, Jesica Lorena: jesica_lc@hotmail.com
ARRIAS PAVON, Martha: marriasp@hotmail.com
FONTANETTO, Laura Iris: lauraf@fceco.uner.edu.ar

Resumen:

El trabajo surge del proyecto de investigación denominado “Gestión Interdisciplinaria de Conflictos en la Universidad y su Entorno” que se desarrolla en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER. La Universidad y su entorno, entendiendo como tal a la comunidad en su totalidad. Gestionar, generar y construir un espacio social para el diálogo, respetando las diferencias entre los integrantes de la comunidad académica y la sociedad que conforma su entorno, promoviendo un cambio de paradigmas en la resolución y transformación de los conflictos, mejorando la calidad de vida de los involucrados. Difundir los beneficios y el espíritu de los medios alternativos de resolución y transformación de conflictos procurando la enseñanza y la docencia de los mismos. Analizar y aplicar la interdisciplinariedad de los conocimientos científicos para la integración social. No se concibe hoy la explicación de los problemas sociales desde una concepción científica, sin la interacción de las disciplinas afines. La interdisciplinariedad se manifiesta de diversas formas; en ocasiones, los contactos son sencillos y de apoyo metodológico o conceptual, pero en otras, conduce a la aparición de disciplinas nuevas La interdisciplinariedad consiste en: la integración creciente de la vida social, la socialización de la naturaleza y la internacionalización de la vida social. El primero se refiere a la mezcla significativa de procesos técnicos, de producción, políticos, sociales. El segundo a la transformación de la naturaleza por el hombre, avanzando de la "ciencias naturales" a la "ciencia de las formas sociales de existencia de la naturaleza"; y de la "ciencias del hombre" a las "ciencias de la naturaleza humana y social". El tercer elemento se refiere a la necesidad objetiva de orden internacional. Los que eran proyectos nacionales, se convierten en proyectos internacionales y la "internacionalización" de la vida social responde al desarrollo de la humanidad y al propio avance científico-técnico. Estos tres fenómenos son propios del desarrollo interdisciplinar y su surgimiento se da en el siglo XXI. La complejidad teóricamente aporta al enfoque transdisciplinario. Los teóricos conocidos en este tema son Luhman, pensamiento complejo, y Edgar Morin, quien la estudia como método. La transdisciplinariedad asume la complejidad como forma "organizada" y es su novedad. El hombre es un ser complejo, como la sociedad donde reside, pero igualmente es compleja una de sus neuronas. La complejidad como postulado científico de la transdisciplinariedad no cuestiona la ciencia clásica de ir de lo complejo a lo simple, sino de enfatizar la insuficiencia de esas prácticas en el contexto científico actual. La complejidad de la realidad actual obliga a estudiar científicamente la sociedad como un todo y al individuo con sus valores y normas. Esto conduce a una nueva postura en el tratamiento de las ciencias sociales que, a partir de enfoques inter y transdisciplinarios, permiten crear estructuras epistemológicas diferentes en las ciencias que le son inherentes al estudio de las sociedades. La interdisciplina supera la fragmentación del conocimiento, enriqueciendo las disciplinas con diferentes saberes (multidisciplina) y el intercambio epistemológico y de métodos científicos de los saberes (interdisciplina). Se diseña, esencialmente para la integración de los saberes y el perfeccionamiento del objeto en su aplicación práctica, así como el grado de necesidad objetiva existente en la sociedad, no macroscópicamente sino en el municipio, la sociedad, la educación, etc. Se plantean nuevos e importantes retos culturales y sociales en el ámbito de la educación y para los educadores a la hora de formar y enseñar a compartir principios, valores y actitudes comunes. Se necesita una clara, decidida apuesta política de integración, comprometida con la realidad presente, capaz de vislumbrar el futuro a medio y largo plazo, tanto en el ámbito educativo como en la estructura y composición de la sociedad democrática y multicultural que está construyéndose. Los miembros de la comunidad educativa se encuentran ante el reto y la responsabilidad de afrontar esta nueva situación y adaptarse a sus desafíos. Esa mirada prospectiva, orientada hacia un futuro próximo, permite advertir y poner de manifiesto algunas deficiencias y problemas del ámbito educativo, aplicando metodologías de la escuela del siglo XIX, por docentes educados y formados en el XX y que "tienen que educar a los ciudadanos del XXI". Para conseguir la integración, debemos adicionar medios adecuados, recursos proporcionales y proyectos viables, que sean al mismo tiempo eficientes en términos pedagógicos. Serán necesario docentes formados y especializados para desempeñar una función específica, acorde con el objeto de su trabajo: la integración educativa; disponer del presupuesto y los recursos precisos para adquirir los instrumentos didácticos indispensables, apoyados en las nuevas tecnologías y la interdisciplinariedad, como valores esenciales de la educación. Los frecuentes conflictos de aislamiento familiar y social, las tensiones intercomunitarias, a veces violentas y las respectivas situaciones de marginalización social muchas veces son el resultado de la discriminación. La integración social es un proceso que se inicia en la familia y posteriormente la educación en todos sus niveles es la encargada de ofrecer y enseñar las habilidades y conocimientos necesarios para incorporarse a una comunidad social más grande, la vida adulta. Tres elementos son necesarios en la vida de las personas para su socialización: familia, educación y vida laboral. Y envolviendo a todos ellos, la comunidad donde vivimos, cantamos y lloramos… El motivo del conflicto es la confrontación entre las vigencias sociales que se filtran del mismo medio y los valores críticos que la educación aspira a desarrollar. Las unidades académicas deben articular la docencia, la investigación, la extensión y difusión; la vinculación, la internacionalización y la cooperación, con el fin de: • asegurar una relación con el entorno beneficiosa, co-participativa y co responsable, • mejorar la institución y desarrollo de la sociedad, • ampliar su participación atendiendo a las necesidades de los diferentes sectores, • garantizar una formación de calidad y pertinencia, • favorecer el reconocimiento de la Institución nacional e internacionalmente.